Luis Alfredo Ramos recibió ayer una llamada a las 11:35 a.m., en la Escuela de Caballería, su sitio de detención preventiva hace tres años y tres meses. Era el presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Gustavo Enrique Malo. Le notificó su libertad inmediata.

La Corte tomo esta decisión de oficio, y no ante la solicitud que hizo Ramos de detención domiciliaria el mes pasado, por razones de salud. “Tiene un problemita en la cervical y necesita una fisioterapia en el cuello, pero no es nada grave”, precisó el senador Alfredo Ramos Maya en aquella ocasión.

Tres razones pesaron en la decisión de la Corte: ya no existe el grupo al margen de la ley del delito que se le imputa, se ha comportado bien y no existe riesgo de fuga. Además, ya concluyó la etapa probatoria y no podrá interferir en el proceso.

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En diálogo con EL COLOMBIANO, el exgobernador de Antioquia señaló que su libertad no fue producto del vencimiento de términos, si no porque no habían pruebas para seguir con la detención y porque sus fines concluyeron. “Hasta este momento no he conocido el auto completo. Simplemente firmé un acta de notificación personal”.

Ramos salió de Escuela de Caballería en la tarde rumbo a la cárcel La Picota, donde tuvo que firmar otros documentos de obligaciones al Inpec.

¿Qué hizo luego de recibir la noticia de su libertad?

“Le agradecí mucho al presidente de la Sala Penal, y a Dios, primero que todo, por la fortaleza que me dio para soportar este viacrucis. También le agradezco a los colombianos la solidaridad. De todos los departamentos y las más apartadas regiones llegaron mensajes. A mi familia y a todos los que fueron solidarios conmigo durante todo este tiempo”.

¿Se trata de una libertad condicional?

“Es una libertad sin condiciones, eso es lo importante. Revoca la medida inicial. Por lo tanto estoy muy agradecido con esta decisión de la Corte Suprema de Justicia”.

El sábado pasado muchas personas se reunieron en Medellín para pedir su libertad, ¿eso le dio esperanza?

“Siento un agradecimiento a Antioquia por toda la solidaridad y el apoyo, y por la manifestación del sábado, tan bien asistida y con tanto calor humano que vi en videos y fotos. Yo quiero mucho a Medellín y Antioquia y lo demostré como su alcalde y gobernador”.

¿Qué le queda faltando a su proceso?

“Debo presentarme los días 13 y 15 de diciembre para los alegatos de conclusión. Ahí terminará el juicio, en definitiva”.

Luego de que la Fiscalía imputó a dos testigos por falso testimonio aparecieron otros dos testigos en su contra. ¿Tampoco fueron contundentes?

“Todo salió bien. Los falsos testigos fueron desenmascarados y desvirtuados. Ya los perdoné. Además, pudimos ver que hubo un hilo conductor de personas vinculadas con la política interesadas en que yo estuviera en esta situación. Eso ya se conocerá después que termine todo el proceso.

¿Su defensa presentó alguna denuncia contra el senador Iván Cepeda, por un supuesto complot con falsos testigos en su proceso?

“Hasta este momento no se ha hecho. Solamente se han puesto las denuncias contra los falsos testigos. Tres de ellos ya fueron imputados por la Fiscalía, y uno más se allanó a cargos, confesó su delito de falso testimonio y será condenado en los próximos días por el juzgado 32 de Medellín”.

¿Cuándo estará de regreso en su tierra?

“Dios mediante este viernes en la tarde”.

¿Por qué cree usted que la Corte tardó tanto en tomar esta decisión? ¿Hubo una motivación política?

“Uno no es quien para contestar esos temas. Los tribunales tienen sus tiempos. La defensa, por ejemplo, llamó a 40 testigos. Siempre fue bastante trabajo y a la Corte le tocó duro para atenderlos a todos”.