El Departamento de Defensa estadounidense informó el pasado viernes 14 de julio, que sus fuerzas armadas dieron de baja al nuevo jefe en Afganistán del grupo terrorista Daesh (más conocido como ISIS), Abu Sayed.

“Las fuerzas armadas estadounidenses mataron a Abu Sayed en un bombardeo al cuartel general del grupo en la provincia de Kunar el 11 de julio”, anunció Dana White, portavoz del Pentágono.

El ejército norteamericano mató al líder islámico durante un bombardeo, tres meses después de haber abatido a su predecesor, Abdul Hasib. El “ataque aéreo mató también a otros miembros del EI-Jorasán y alterará significativamente los objetivos del grupo terrorista de intensificar su presencia en Afganistán“, indica el comunicado.

Para White, este último ataque “reducirá significativamente los planes del grupo terrorista de expandir su presencia en Afganistán”. Por su parte, el general John Nicholson, quien lidera las fuerzas estadounidenses en ese país, afirmo qué “Continuaremos hasta aniquilarlos”.

Tanto fuerzas afganas como estadounidenses lanzaron una ofensiva el pasado mes de marzo, subraya el Pentágono, para “enviar al EI el mensaje claro de que no hay santuario para sus combatientes en Afganistán”, luego de que en el pasado mes de abril el gobierno afgano cifrara cerca de 400 el número de miembros del EI en el país.

Según la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los dos últimos años los yihadistas han quedado reducidos a la mitad. “Cuando matas al líder de uno de estos grupos, haces que retroceda”, comentó a la prensa el secretario de defensa estadounidense, Jim Mattis. “Es sin duda una victoria para nosotros hacer que retrocedan. Es la dirección correcta”, añadió.

Daesh irrumpió en Afganistán en 2015 en diferentes puntos del país, y fue precisamente este grupo terrorista el objetivo de la conocida como ‘madre de todas las bombas’, la GBU-43, que Estados Unidos lanzó en Afganistán a mediados de abril del presente año.

FUENTE: PAN AM