En 1976 fue la última vez que Mario Vargas Llosa, escritor peruano, cruzó palabra alguna con, para quien en aquella época era uno de sus mejores amigos, Gabriel García Márquez, escritor colombiano. Muchos tratan de encontrar las razones que estaban tras el puño que el peruano le propinó a su mejor amigo, pero estas ha sido uno de los secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana.
Sin embargo, ese distanciamiento no se dio solamente en el plano personal, también se dio en el ideológico, ya que tras el arresto del poeta cubano Huberto Padilla por el régimen cubano, en 1971, un grupo de intelectuales decidieron marcar distancia de la Revolución cubana, no obstante, otro grupo decidió seguir apoyándola. Vargas Llosa estaba en el primer grupo, García Márquez en el segundo.
Aunque Vargas Llosa, durante años, había evitado hablar sobre su relación con el nobel colombiano, el jueves 6 de julio, en un curso de verano ofrecido por la Universidad Complutense de Madrid, llamado Gabriel García Márquez: más allá del realismo mágico, decidió ir más allá y dar detalles sobre esa amistad que forjaron durante años. Uno de los temas que acaparó la mayor parte de la charla fue la posición política de García Márquez, principalmente sobre Cuba.
Sobre esto, Vargas Llosa afirmó que fue gracias a la Revolución cubana que García Márquez y él forjaron una gran amistad, ya que esta despertó “la curiosidad del mundo por América Latina, y sobre todo de Europa. Y al mismo tiempo esa curiosidad hace que se descubra que había en América Latina una literatura interesante, novedosa, representada por escritores de distintos países”, hecho que hizo que los escritores latinoamericanos estrecharan lazos.
Sin embargo, el peruano afirmó que: «García Márquez ya se había desencantado de la Revolución cubana cuando yo lo conocí», pero ese desencanto lo llevaba de forma discreta. Según Vargas Llosa, una de las cosas que alejó a García Márquez de la Revolución cubana fue cuando el Partido Comunista de Cuba tomó la decisión de sacar de sus cargos a Márquez y a Plinio Apuleyo Mendoza, amigo del nobel, de Prensa Latina, medio para el que trabajaban como periodistas en la isla caribeña.
Mientras Vargas Llosa era un entusiasta de la Revolución cubana, Márquez no lo era tanto, “incluso adoptaba una posición un poco burlona”. Sin embargo, afirma Llosa, esa actitud no era pública.
Pero la postura del colombiano cambió tras la detención de Padilla. Vargas Llosa contó que en Barcelona varios intelectuales firmaron una carta de protesta contra la captura del poeta, y Plinio Apuleyo Mendoza firmó, sin autorización del Nobel colombiano, por García Márquez . Tras enterarse de esto, “García Márquez protestó enérgicamente” y la segunda carta escrita por ellos en respuesta a la forzada autoincriminación de Padilla como agente de la CIA, y en la que también acusó a otros escritores de serlo, el nobel colombiano se abstuvo de firmarla.
Tras eso Márquez se acercó más a Cuba “y empezó a manifestarse públicamente a favor de la Revolución cubana” y a “a mantener esa relación, que mantuvo hasta el final, de una gran cercanía con la Revolución”.
Pero Vargas Llosa ese nuevo acercamiento a la revolución por parte de García Márquez tuvo un objetivo práctico, ya que “en ese momento fronterizo que era mucho mejor para un escritor estar con Cuba que estar contra Cuba. Se libraba del baño de mugre que recibimos todos los que optamos una postura crítica”.
“Si estabas con cuba, jamás ibas a ser atacado por el enemigo verdaderamente peligroso para un escritor, que no es la derecha, si no siempre la izquierda. Es la izquierda la que tiene el control de la vida cultural en todas partes del mundo”.
Tras ello, Vargas Llosa afirmó que había cosas sensatas de lo que Márquez quería para América Latina, como que esta “saliera del subdesarrollo”, pero había otras no tan sensatas, como que fuera socialista, y afirmó la idea de socialismo del nobel colombiano era “muy sui géneris. Yo creo que no era una idea demasiado elaborada, ni del punto de vista económico, ni siquiera del punto de vista político”.
FUENTE: PAN AM
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