Al menos 100 personas han muerto y unas 400 han sido atendidas con síntomas de asfixia tras un supuesto ataque químico perpetrado este martes cerca de la localidad siria Jan Sheijun, en el sur de la provincia septentrional de Idleb, según datos de la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM). El ataque con armas químicas se considera crimen de guerra, como se recoge en los Convenios de Ginebra, pilares normativos del Derecho Internacional Humanitario que regula los conflictos armados internacionales para evitar daños a las partes no participantes en los combates, esto es, población y bienes civiles.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, aviones que ha identificado como de la Fuerza Aérea de Siria o Rusia han efectuado un bombardeo sobre esa localidad de Jan Sheijun, en manos de las fuerzas rebeldes. Pero Gobierno de Bashar al Assad y Rusia han negado cualquier implicación en el ataque. Una fuente militar siria, citada por la agencia de noticias Reuters, ha negado que las fuerzas gubernamentales hayan usado este tipo de armamento, asegurando que el Ejército «no usa ni ha usado» armas químicas «ni en el pasado ni en el futuro». En la misma línea, el Ministerio de Defensa de Rusia ha afirmado en un comunicado que «los aviones militares rusos no han llevado a cabo ningún ataque aéreo cerca de Jan Sheijun», según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.
Las autoridades francesas han solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. «El uso de armas químicas constituye una violación inaceptable de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas y un nuevo reflejo de la barbarie de la que la población siria es víctima desde hace tantos años», declaró el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, en un comunicado.
Los síntomas
La ONG, que citó fuentes médicas y activistas, apuntó que algunos de los heridos en el ataque perpetrado por aviones no identificados presentaban síntomas de asfixia, vómitos y dificultades para respirar. El Observatorio no descartó que el número de fallecidos aumente porque hay heridos en estado grave.
La rama de la Defensa Civil Siria en Idleb, integrada por voluntarios que prestan labores de rescate en áreas fuera del control del Gobierno, informó en su página de Facebook de que por el momento los médicos no han podido identificar el tipo de gases con los que se atacó Jan Shijún.
De acuerdo a los datos de los también llamados «cascos blancos», la cifra de víctimas son 50 muertos y 250 heridos, la mayoría menores y mujeres. La nota destacó que algunos de los heridos presentaban espasmos y echaban espuma por la boca.
El director del opositor Centro de Información de Idleb, Obeida Fadel, acusó a aviones de guerra de las fuerzas gubernamentales sirias de perpetrar el ataque en Jan Shijún. Fadel afirmó a Efe que los aparatos eran aviones de tipo Sukhoi 22 y bombardearon barrios residenciales de Jan Shijún con proyectiles que contenían gas sarín. «Poco después del ataque, comenzó a expandirse un olor a gas por la ciudad», añadió. El activista indicó que Jan Shijún es una ciudad de 75.000 habitantes, muchos de ellos desplazados procedentes de la vecina provincia de Hama, que está bajo el control del Ejército Libre Sirio (ELS).
El opositor Consejo Local de Jan Shijún publicó en su página de Facebook fotografías de varios afectados por el ataque, algunos menores de edad, que no se sabe si estaban muertos o heridos, tendidos en el suelo de una calle tras el ataque. En una de las instantáneas se ve a los equipos de emergencia rociando con agua el cuerpo de un menor.
En los últimos días se han registrado varios supuestos bombardeos con gases en el norte de Siria.
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