La Unión Europea (UE) se suma al repudio de la Constituyente instaurada por el régimen venezolano, encabezado por Nicolás Maduro.
El Parlamento Europeo emitió una declaración en la que afirma que no reconocerá los resultados de este procedimiento, al que calificó como “ilegal e ilegítimo”.
El cuerpo europeo dijo que la convocatoria de Maduro es “una medida inaceptable, tanto en su forma como en su contenido, que suscita serias dudas sobre su constitucionalidad y amenaza los principios esenciales de la democracia, como el sufragio universal, libre, directo y secreto”.
El documento señala que con las elecciones del domingo 30 de julio, por su diseño, violan el principio democrático de universalidad del voto.
La declaración está firmada por David McAllister, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores; Ramón Jáuregui, copresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana; y Francisco Assis, presidente de la Delegación para las relaciones con Mercosur.
La resolución exige al régimen de Venezuela a retomar el orden constitucional:
“Insistimos en que las elecciones son, en la actualidad, la única vía pacífica y democrática de resolver la situación en Venezuela. La celebración de unas elecciones pluralistas daría realmente la palabra a los ciudadanos. Además, exigimos al Gobierno de Venezuela que libere a los aproximadamente 500 presos políticos, restaure las competencias de la Asamblea Nacional y garantice el acceso de la población a la ayuda humanitaria, en particular alimentos y medicinas. Asimismo, debe establecerse a la mayor brevedad un mecanismo para que la Unión proporcione apoyo humanitario al pueblo venezolano”.
Las declaraciones del Parlamento Europeo surgen al mismo tiempo en que países de América y Europa desconocen el resultado de dicha Constituyente chavista.
Los principales países de América Latina, así como Estados Unidos y España, condenaron la Asamblea Nacional Constituyente por considerar que es fruto de un proceso fraudulento. Canadá, Paraguay, Honduras, Argentina, Colombia, México, Perú, Costa Rica, Brasil y Panamá no reconocen los resultados; mientras, Washington amenaza con medidas “fuertes” contra Venezuela.
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