La Fiscalía brasileña denunció formalmente al presidente Michel Temer por corrupción pasiva, lo que obligará al Congreso a votar si aparta a Temer del cargo durante seis meses.
“Entre los meses de marzo y abril de 2017, con voluntad libre y consciente, el Presidente de la República, Michel Miguel Temer Lulia, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo […] recibió para sí […]una ventaja indebida de 500.000 reales (USD $150.322)”del dueño de la industria frigorífica JBS, indica el pedido de acusación que entregó la fiscalía el pasado lunes 26 de junio.
Ahora, la denuncia deberá ser avalada por al menos dos tercios del Congreso (342 de un total de 513), lo que podría dejar al país sin presidente de forma temporal. Todo esto a poco más de un año de que asumiera el poder tras el impeachment de Dilma Rousseff.
Si Temer cayera, el Congreso también deberá elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días para completar el mandato hasta fines de 2018.
La denuncia contra el mandatario viene acompañada de demoledores informes del propio fiscal y de la policía federal, los cuales han conseguido que directivos de JBS cooperen con la justicia entregando varios audios que comprometen a Temer.
Uno de los audios forma parte de la evidencia en donde se evidencia que el mandatario, que también es investigado por obstrucción a la justicia y asociación ilícita, intentó comprar el silencio de un influyente diputado que está preso por participar en la red de corrupción en Petrobras.
Todo esto sucede al mismo tiempo en que otro escándalo amenaza con poner fin a su presidencia. Temer tiene abierto otro caso por presunto “abuso de poder económico y político”, por supuestas irregularidades en la campaña de las elecciones de 2014, a las que acudió como candidato a la vicepresidencia.
FUENTE: PAN AM
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