Como ya ha sucedido en pasadas ocaciones, todo indica que el presidente de la república, Juan Manuel Santos, estaría de nuevo tratando de censurar y coartar el trabajo de los medios de comunicación.

Según algunos periodistas que trabajan para prestigiosos medios de comunicación, Santos habría dado la orden expresa y bajo serias «advertencias», de que la única fuente que debían consultar con respecto a la tragedia se Mocoa sería él, y nadie más. Que el único protagonista de las labores de rescate y de reconstrucción de Mocoa tambien sería él, y tal vez en segundo lugar, personas de su núcleo familiar. Todo esto, debido al desespero que embarga al presidente por su baja  popularidad. Para él esta tragedia puede ser el trampolín que lo ayude a realzar su imagen ante el pueblo colombiano que no hace más que reprobar su gestión y sus escándalos de corrupción. Lamentable y mezquino.

Este tipo de actitudes nos recuerdan al expresidente venezolano Hugo Chávez, quien empezó diciéndole a los medios lo que de una u otra forma tenían que publicar, y terminó expropiado medios y destruyendo totalmente la libertad de prensa en su país. Esperemos que esto no suceda también en el nuestro, pues todo indica que para allá vamos.