El presidente de Brasil, Michel Temer, denunció ser víctima de una “infamia de naturaleza política” sin “fundamento jurídico”.
“No permitiré que me acusen de crímenes que jamás cometí”, advirtió el mandatario, en referencia a la acusación en su contra por corrupción pasiva.
“Crearon una trama de novela. Digo sin miedo de errar que la denuncia es una ficción”, afirmó durante una declaración pública en el palacio de Planalto.
“No huiré de las batallas ni de las guerras que tenemos por delante. No me falta coraje para seguir en la reconstrucción del país y en la defensa de mi dignidad personal”, continuó.
Asimismo, el presidente acusó al fiscal general, Rodrigo Janot (responsable de la acusación), de “reinventar el Código Penal para incluir una nueva categoría, como la denuncia por hilación, que supone un precedente peligrosísimo en el derecho”.
“¿Dónde están las pruebas concretas de la recepción de esos valores?”, se cuestionó Temer.
El mandatario opinó que la acusación en su contra lo que busca es “paralizar al país”. “Quieren parar al país, quieren parar al Congreso. Atacan a la Presidencia de la República”, dijo en frente de decenas de diputados y asesores.
Tras el pronunciamiento de Temer, la Fiscalía decidió responder mediante un comunicado, que la denuncia:
“es pública y está basada en hartos elementos de prueba […] que no dejan dudas sobre la materialidad y autoría del delito de corrupción pasiva […] Nadie está por encima de la ley o fuera de su alcance”.
“Entre los meses de marzo y abril de 2017, con voluntad libre y consciente, el Presidente de la República, Michel Miguel Temer Lulia, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo […] recibió para sí […] una ventaja indebida de 500.000 reales (USD $150.322)” del dueño de la industria frigorífica JBS, indica el pedido de acusación que entregó la fiscalía el pasado lunes 26 de junio.
FUENTE: PAN AM
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