El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, Colombia, repartirá tarjetas de débito a más de siete mil excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según señaló su administración este viernes 21 de julio.
“Se les entregó la tarjeta para que reciban mensualmente el apoyo”, informó el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, quien además aseguró que de esta manera se puede facilitar la incorporación de los antiguos terroristas a la vida social colombiana.
Exactamente 7.400 exguerrilleros recibirán, a través del banco Agrario y de la Oficina del Alto Comisionado de Paz, las tarjetas de débito y las cuentas a las que la administración de Santos depositará el salario mínimo, según lo estipulado en el acuerdo Santos-FACR.
De esa manera, alrededor de $663.945 COP (unos US $219) serán depositados mensualmente; además de un monto de microcréditos de hasta $2.000.000 COP (unos US $660) para llevar a cabo cualquier proyecto personal.
Hasta el momento ya varias tarjetas de débito han sido repartidas en la zona veredal Policarpa, en el departamento Nariño, al suroeste del país de Colombia. Esta es, por lo tanto, la primera vez que los antiguos combatientes se integran al sistema bancario del país.
La entrega de estas tarjetas se lleva a cabo en medio de criticas por parte de los opositores del gobierno de Juan Manuel Santos y de una serie de preocupaciones del sector bancario.
En primer lugar, se critica que quienes tengan que realizar el pago de estos sueldos sean los ciudadanos por medio de pago de impuestos, sobre todo si se tiene en cuenta que las FARC, con el dinero ilícito que han recolectado durante años por medio de acciones ilegales (extorsión, narcotráfico, secuestro, trata de personas, entre otros), podrían costear dicho programa.
En segundo lugar, las instituciones bancarias se preguntan si por incluir a dichos guerrilleros en su sistema no podrían estar violando las normas Basilea, lo cual los podría llevar a hacer parte de la lista Clinton, lo que perjudicaría sus instituciones. Este punto es algo que el Gobierno Santos no ha dejado en claro.
La entrega de estas tarjetas hace parte de la continuación del los acuerdos a los que llegaron las FARC con el gobierno después de años de negociación. Sin embargo, no hay que olvidar que dichos acuerdos fueron rechazados en un plebiscito convocado por el presidente de Colombia. Pese al rechazo, Santos, tras unas “renegociaciones” decidió implementar el acuerdo, pasando así por encima de la decisión de los ciudadanos.
FUENTE: PAN AM
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