En lo que va del 2018, ya han habido ocho ataques contra las fuerzas de seguridad pública del Ecuador en la frontera con Colombia. Esto despierta inquietudes sobre el manejo de la seguridad durante más de una década de gobierno del Socialismo del Siglo XXI, las relaciones con Colombia, e incluso de la presencia de grupos de narcotráfico mexicanos.
“Mi opinión es que los narcotraficantes quieren marcar su territorio de operaciones, y envían mensaje de no intromisión a sus actividades ilícitas”, le dijo a PanAm Post en entrevista exclusiva el excomandante General de la Marina Aland Molestina, ahora en Servicio Pasivo.
El último ataque sucedió el día lunes 26 de marzo. Un explosivo fue detonado en Mataje contra un camión que abastecía de agua a las Fuerzas Armadas, en la provincia limítrofe de Esmeraldas, donde sucedió el anterior atentado que cobró la vida de cuatro marinos.
Ahora también se incorporan civiles a las agresiones. Fue reportado el secuestro de dos periodistas y un conductor del Diario El Comercio en la zona de los incidentes.
“Parte del problema está relacionado efectivamente con el expresidente Correa, por su mal manejo en la política militar interna y externa”, afirmó el excomandante Molestina, agregando que el mandatario “nunca quiso declarar terroristas a las FARC, pese a ser un grupo ilegal combatido por el gobierno de Colombia”.
En cuanto al debilitamiento de las Fuerzas Armadas del Ecuador (FFAA), Correa fue “disminuyendo su presupuesto e intentando resquebrajar su disciplina a través de comunicados de sus Ministros de Defensa en los que resaltaban una supuesta discriminación entre soldados y oficiales, lo que influyó en el debilitamiento de la capacidad operativa de las FFAA”.
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