Los sistemas conectados de agua no han sido reestablecidos porque son “grandes grandes consumidores de electricidad”. (Twitter)

El presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines (Aviem), Winston Cabas, desmintió al régimen de Nicolás Maduro sobre el supuesto ataque ciberataque contra la hidroelectrica Guri, pues informó que el control automatizado de esta es analógico, por lo cual sería imposible un “ataque cibernético” desde el exterior.

A pesar de que la dictadura se ha dedicado a señalar que el apagón nacional se dio por un supuesto sabotaje de la oposición venezolana con ayuda del gobierno estadounidense, la verdad es que especialistas han denunciado que la falla eléctrica y masiva que se dio en el país es consecuencia de la destrucción del sistema hidroeléctrico, la falta de inversión y la escasez de personal capacitado.

Cabas añadió que el Estado actualmente aplica un racionamiento eléctrico en todo el país “porque no tiene generación termoeléctrica”.

“La generación termoeléctrica del país está en el suelo. De los 16 mil megavatios (MV) instalados se dispone de 2.500 MV. No hay complementariedad entre la generación termoeléctrica y la generación hidroeléctrica. Si se cayó la generación hidroeléctrica (el jueves 7 de marzo), queda muy poca generación termoeléctrica”, aseguró Cabas.

Aunque los voceros del chavismo aseguran que “en las próximas horas” la situación retornará a la normalidad, el especialista aclaró que la solución provisional al problema puede tardar entre “cinco y seis días”.

El ingeniero reiteró que el hecho fue producto de un incendio en el corredor de la línea 765 kilovoltios, a la que llamó “el corazón del servicio eléctrico” del país, y no producto de un ataque cibernético perpetrado por EEUU como sostiene Maduro.

El especialista indicó que el siniestro ocasionó que dos de los tres conductores eléctricos del sistema 765 KV dejaran de funcionar por sobrecalentamiento y el último experimentó una sobrecarga.

“Lo hemos dicho hasta la saciedad. Esos equipos que conforman los sistemas de distribución del país tienen su vida útil cumplida, tienen más de 50 años instalados, sin un mantenimiento adecuado. No se sustituyeron cuando se vencieron, cuando el sistema exigió mayor producción, la respuesta de ese equipo fue la explosión”, dijo.

En relación con el supuesto sabotaje, Cabas insistió en que el sistema del control automatizado del Guri es analógico, por lo que no hay forma de que se acceda a él de forma digital. También recordó que la instalación física está fuertemente resguardada por funcionarios de las Fuerzas Armadas.

En la mayor parte del territorio nacional las señales de los celulares siguen fallando. El acceso a Internet es prácticamente nulo. La telefonía fija, en la mayoría de las zonas, sigue sin funcionar. El suministro de agua por tuberías continúa, también, fallando y el panorama hidráulico también es oscuro.

Ni luz ni agua

Tras el racionamiento eléctrico y el apagón nacional que ha dejado consecuencias por más de 100 horas, en Venezuela tampoco hay ni habrá agua a corto plazo. De hecho, ante la falta de agua hasta la Morgue de Bello Monte en Caracas informó que no habrá autopsias. Todo colapsa.

El servicio hídrico también está paralizado. Se raciona lo poco que queda en los tanques de los edificios. La gente recurre a pozos, tomas ilegales y hasta fuentes de parques públicos y alcantarillas.

El ingerniero José María de Viana señaló al portal digital Prodavinci que la crisis de agua “es definitivamente inédita”.

“Tenemos los centros poblados más importantes del país con cero suministro de agua durante más de cuatro días. No entra a Caracas ni una sola gota de agua nueva desde el jueves 7 de marzo. Es una situación que debe atenderse con prontitud”, señaló.

El especialista explicó que los sistemas conectados de agua no han sido reestablecidos porque son “grandes grandes consumidores de electricidad”.

Entonces, si bien es verdad que en algunas ciudades se ha visto suministro de energía durante algún tiempo, de forma intermitente y de forma dispersa, los sistemas grandes no han recibido electricidad. El Sistema Tuy en Caracas demanda 600 megavatios de potencia. En el resto de los sistemas se distribuyen en total otros 400 megavatios, que están repartidos. En el Regional del Centro la cantidad es importante, en el Zulia también. El sistema que abastece a Caracas debe bombear agua hacia arriba. No se ha conectado desde el jueves porque hasta que no tenga disponible esa carga completa, los 600 megavatios no se puede arrancar el sistema.

“Si el problema del agua no se atiende, el eléctrico será pequeño frente a las dimensiones de un problema de falta agua. Me duele mucho decir esto. El tema eléctrico es importante, pero las ciudades sin agua se convierten en algo muy difícil. Después de que salgamos de esta calamidad, de esta tragedia en las que estamos metidos, nosotros tenemos que poner las cosas a funcionar para que esta situación tan grave no la vuelva a conocer el país”, sentenció.

Miembros de la Guardia Nacional tratan de dispersar a las personas que tratan de recolectar agua este lunes, en la autopista Francisco Fajardo, en Caracas. EFE/ Rayner Peña

En varias ciudades, incluida la capital, Caracas, los ciudadanos han tenido que hacer largas filas para obtener agua de los camiones cisterna o de fuentes que no cuentan con el tratamiento adecuado, ya que se ha suspendido el suministro del preciado líquido. Tampoco las telecomunicaciones han operado de manera continua, ante las intermitencias en el suministro de energía.

Además, cientos de ciudadanos se acercaron a las faldas del Ávila (la más grande montaña de la capital) para abastecerse de agua. Largas filas de autos y personas se apostaron en plena avenida para llenar cientos de recipientes.

Entre tanto, la gente desesperada sigue recogiendo agua del contaminado río Guaire en Caracas.



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