La comisión permanente ratificó en segunda instancia los dictámenes emitidos de la subcomisión de acusaciones constitucionales, que la semana pasada también decidió archivar en primera instancia los procesos contra Chávarry y Becerril. (Twitter)

 

 

Lima, 15 oct (EFE). – El Congreso de Perú archivó de manera definitiva los procesos de destitución solicitados contra el Fiscal de la Nación (fiscal general), Pablo Chávarry, y el portavoz del fujimorismo, Héctor Becerril, por sus vínculos con el escándalo de corrupción desvelado en las altas esferas de la judicatura.

Las dos denuncias constitucionales fueron archivadas por la comisión permanente con los votos del fujimorismo, que domina el parlamento con mayoría, y el Partido Aprista Peruano (PAP), del expresidente Alan García.

La comisión permanente ratificó en segunda instancia los dictámenes emitidos de la subcomisión de acusaciones constitucionales, que la semana pasada también decidió archivar en primera instancia los procesos contra Chávarry y Becerril.

Las dos votaciones reunieron 17 votos en contra, correspondientes a dieciséis del partido fujimorista Fuerza Popular y uno del Partido Aprista, mientras que para el caso de Chávarry hubo nueve votos a favor y en el caso de Becerril diez votos a favor.

El informe que pasará al archivo recomendaba destituir e inhabilitar a Chávarry por diez años ante una presunta infracción constitucional y destituir e inhabilitar por cinco años a Becerril por cohecho activo y tráfico de influencias.

Ni el fujimorismo ni el aprismo cambiaron el sentido de sus votos a pesar de la publicación horas antes por el diario El Comercio de una grabación de una sesión del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) que mostró que Chávarry fue ratificado en el cargo a pesar de que se sabía que sus notas de evaluación habían sido cambiadas por unas más elevadas.

El escándalo de corrupción judicial conocido como “Los cuellos blancos del puerto”, en el que están involucrados Becerril y Chávarry, desveló en julio una amplia red de influencias, favores y prevaricación instalada en las altas instancias judiciales del país, de la que participaban altos magistrados, políticos y empresarios.

En las grabaciones de conversaciones telefónicas se escucha a Chávarry contactar con el destituido juez supremo César Hinotroza, presunto cabecilla de la trama, para tener una reunión con periodistas afines que no cuestionen su designación como Fiscal de la Nación.

En el caso de Becerril, los miembros del CNM reconocen que el congresista fujimorista se reunió con ellos para presionar por la designación de un presidente de la institución afín al fujimorismo.

Entre los políticos implicados también está la líder del fujimorismo, Keiko Fujimori, al que se le atribuye el apelativo de “Señora K” de la “Fuerza Número Uno”, que dentro de esta trama se reunió con un juez Hinostroza, quien debía decidir si ordenaba archivar una investigación fiscal por lavado de activos contra ella.



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