Exministros, testaferros y funcionarios del gobierno de Hugo Chávez Frías en Venezuela se beneficiaron con más de 2.000 millones de euros en comisiones ilegales; dinero que al parecer fue depositado en la Banca Privada d’Andorra (BPA).

Al menos una parte de la cúpula del régimen bolivariano de Chávez aprovechaba su posición de poder para hacer negocios propios. Los implicados han podido manejar fondos en España procedentes de sobornos millonarios a cambio de adjudicaciones de contratos del régimen venezolano.

Un reportaje del diario El País, revela los detalles de cómo se hicieron los pagos de los presuntos sobornos  que circularon por una red de al menos 37 cuentas corrientes a nombres de sociedades panameñas.

De acuerdo con las investigaciones de la Policía de Andorra, los funcionarios del chavismo cobraron comisiones de hasta del 15 % para facilitar contratos a compañías extranjeras, especialmente chinas, con la estatal petrolera en ruinas PDVSA.

Entre los implicados están los exviceministros de Energía de Venezuela Javier Alvarado y  Nervis Villalobos, este último actualmente detenido en España; además Diego Salazar Carreño, primo de Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA y otros directivos de la industria petrolera venezolana.

Explica el diario El País, que el dinero fue depositado en la banca andorrana bajo concepto de supuestas asesorías a empresas, para “disfrazar” la proveniencia de dichos fondos ilícitos; además la mayor parte del dinero fue retirado antes de que los fondos fueran bloqueados por la investigación judicial que se dio contra el banco en julio de 2015.

Cabe destacar que el informe emitido por el FinCen (Unidad Antiblanqueo de Estados Unidos) en 2015  informa que la Banca Privada D’Andorra facilitó transferencias por valor de USD $4.200 millones relacionadas con blanqueo de capital venezolano, con varios métodos para mover fondos, incluidos contratos falsos, préstamos caracterizados erróneamente, sobre y subfacturación y otros esquemas.

En el documento la estatal Petróleos de Venezuela está inmersa en actividades delictivas tras lavar cerca de USD $2.000 millones a través de Banca Privada D’Andorra (BPA). La red de lavado de PDVSA operaba a través de empresas fantasmas con la colaboración de un alto ejecutivo de BPA, a quien se le pagaban “exorbitantes” comisiones para procesar las operaciones con dinero “derivado de la corrupción”, dijo el FinCen.

Los involucrados

Nervis Villalobos: fue viceministro de Energía y Petróleo en Venezuela. Fue detenido en Madrid tras participar en un importante plan de sobornos relacionados con PDVSA.

Las investigaciones revelan que realizó 12 depósitos en la BPA y constituyó 11 sociedades instrumentales. Sus cuentas habrían recibido 124,2 millones de euros.

Javier Alvarado Ochoa: exviceministro de Desarrollo Eléctrico y fue presidente de la extinta empresa Electricidad de Caracas. Según las investigaciones manejó cinco depósitos y cuatro sociedades que percibieron 46,5 millones de euros.

Además de las investigaciones por lavado de dinero en la BPA, Alvarado fue imputado en España por haber recibido sobornos de la empresa española Duro Felguera.

La empresa logró firmar un contrato en 2009 con la compañía de Electricidad de Caracas, filial de la pública Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), para construir la central de ciclo combinado Termocentro, a unos 50 kilómetros de Caracas, por más de 1.500 millones de euros. En ese año, Javier Alvarado Ochoa era el presidente de la empresa firmante, y en 2010 fue nombrado viceministro de Desarrollo Eléctrico de Chávez.

Diego Salazar: primo directo de Rafael Ramírez, expresidente de la estatal petrolera PDVSA. Salazar, fue recientemente detenido por el régimen de Nicolás Maduro, tras una supuesta “cruzada” por la corrupción.

De acuerdo con el diario El País, acumuló siete depósitos y seis sociedades en la BPA, sus cuentas movieron 21,2 millones de euros. Salazar Carreño también es investigado en Estados Unidos por presuntamente exigir pagos de cientos de millones de dólares a empresas extranjeras para que estas lograran concretar contratos con PDVSA.

Según el portal web Poderopedia, Salazar obtuvo un multimillonario contrato de la póliza de seguros y reaseguros de Petróleos de Venezuela y también se le vincula con la compra de la empresa de medios Cadena Capriles en octubre de 2013. Además, el empresario tenía cuentas en la Banca Privada d’Andorra (BPA), filial del Banco Madrid, calificada como una institución financiera bajo sospechas por lavado de dinero.

Salazar trató, presuntamente, de sobornar, a finales de 2012, a autoridades andorranas para que desbloquearan el dinero de sus cuentas que contenían unos USD $200 millones.

Omar Farías: el empresario es conocido como el “Zar de los seguros revolucionarios”; según el diario español sus depósitos recibieron 586 millones de euros.

Según el informe estadounidense del Fincen, la entidad financiera española llegó a bloquear una operación de USD $13 millones realizada por Farías, pero no hubo investigación alguna sobre el hecho.

Luis Mariano Rodríguez: gestor de negocios de Diego Salazar. Abrió 11 depósitos y manejó diez sociedades con ingresos de 626 millones de euros. Mariano intentó, en nombre de Salazar, sobornar a autoridades andorranas por el desbloqueo de sus cuentas.

En 2015, el diario español El Mundo reveló una conversación entre Luis Mariano y el gestor de la Banca Privada d’ Andorra (BPA) Pablo Laplana, al que la Guardia Civil intervino los teléfonos ante las sospechas de que ayudaba a lavar dinero.

El Mundo informó que Laplana dijo en su momento a Mariano que el director general de la entidad financiera, Joan Pau Miquel (hoy preso), el ministro de Finanzas de ese principado y la directora del Banco Central de Andorra se habían reunido para discutir el desbloqueo de las cuentas del jerarca venezolano.

En otras de las intervenciones telefónicas, Mariano expone que los ingresos de Salazar no cesaban y era necesario burlar el bloqueo. Mariano afirma que “los chinos les estaban pagando y no podían ingresar en las cuentas bloqueadas” y que, para solucionarlo, Diego Salazar abriría cuentas en otro país.

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